CAN QUEI | Besalú

jueves, 28 de noviembre de 2013

Hola amig@s!
Aquí estoy un martes noche delante de mi ordenador dispuesta a daros otra crónica, son casi las 11 de la noche, concretamente las 22:47 pero cuando uno hace algo que le apasiona no hay dolor!
Y qué hay mejor que mis Iters? pues nada!!
Hoy me he alejado un poquito de Barcelona para hablaros de este restaurante, no suelo hacerlo ya que me centro en la capital y alrededores pero disfruté tanto de la escapada que creo que os gustará este pequeño inciso gastronómico por tierras de Girona.
Hace unos días fuimos a visitar la Zona volcánica de la Garrotxa, si no la conocéis os invito a hacerlo ya que en tan sólo una hora y media de coche nos plantamos allí y ofrece un sinfín de posibilidades, también si vais con los peques.
Normalmente, se recomienda visitar alguno de los volcanes, ya sea Santa Margarida o el Croscat, dar un imprescindible paseo por la arboleda de la Fajeda d´en Jordà (especialmente bonita en otoño) y pasear por Besalú, Santa Pau o Castellfollit de la Roca.
Pero esto no es un blog de turismo :P ( aunque también me encantaría ) así que voy a centrarme en la parada que hicimos para comer en la hermosísima villa Medieval de Besalú.

Finalmente nos decidimos por:

CAN QUEI



Como podéis observar se trata de un Bar Restaurante cuya especialidad es la carne a  la brasa así que ya imaginaréis quién estaba encantado de entrar ¿verdad?
El lugar tiene 3 salones, dos de ellos muy bonitos al estilo masia y uno más grande bastante austero. Para nuestro disgusto estaba cerrada la mejor parte y nos ubicaron en el patito feo de los comedores, algo que no entendimos demasiado bien...Si tienes algo digno de ver ¿cuál es la razón de no disfrutarlo?
No obstante no le dimos mayor importancia y nos dispusimos a degustar el menú de 25 euros que ofrecía la carta.
Realizamos la visita improvisada con unos amigos así que podréis ver más platos de lo habitual, en términos generales abundó la comida, la bebida y el riquísimo olorcito a brasa!
Nos reciben con un aperitivo de boquerones, pimiento verde y aceitunas. Lo "gratis" siempre se agradece ya se sabe.


Comenzamos con los primeros:

Ensalada monumental, con no se cuantos ingredientes en el plato, difícil de encontrar en un restaurante "delicatesen", una alegría para la vista y para el estómago realizada con producto fresco de calidad y muy variado. Copado por una generosa ración de queso de cabra y condimentado con frutos secos entre otras miles de cosas, buenísima.



Otros de los platos que compartimos fue una parrillada de verduras muy completa, con bonitato, patata, cebollita y un sinfín de verduritas, su tamaño está cortado por el mismo patrón que el caso anterior, aquí pueden comer dos!!

A destacar la salsa Romesco casera que estaba deliciosa y el característico sabor a brasa en las verduras...pocas veces algo sano está tan rico.



El otro primer plato que seleccionamos por partida doble fueron unos canelones de pato trufados, sólo con el nombre ya tenían pinta de triunfadores.



Caseros en toda regla, deliciosos y una combinación perfecta la del pato y la trufa, los canelones son uno de mis platos favoritos y no veo la hora de que llegue Navidad para que mi madre me regale los suyos!!!!!!!!!!!!!! qué lástima que no lea mi blog, estaría orgullosa de lo bien que hablo de ella :D

Empezamos con los segundos y los chicos se piden carne ¡no faltaba más!

Entrecote de ternera con guarnición triple.




Una gigantesca pieza de ternera cocinada según el gusto de cada comensal, acompañada con guisantes, patatas fritas y garbanzos.
En Can Quei con hambre no te quedas os lo prometo!! carne rica y sin salsas, aunque alguno de la mesa la echó en falta como dicen los buenos carnívoros, sobran los aditivos.

Mi plato fue un cordero asado.



No soy devota de la carne en general ya me conocéis... y del cordero menos.
Diría que en raras ocasiones lo pido pero cuando hay leña de por medio puedo hacer una excepción y cambiar de opinión. Afortunadamente no me equivoqué.

Un olorcito que enamoraba y un sabor increíble, muy tierno y acompañado de una salsa mágica, de esa que sólo hacen las madres después de muchas horas de cocción, acompañado de puré de patata, zanahorias y el toque a romero. Me sentí Heidi en las montañas, todo muy muy rico ¡sí señor!

Para terminar y porque venía incluido en el menú, hicimos un variado de postres.

Una sopa de chocolate blanco con coulis de frutos rojos para innovar. El más ligero de todos ellos, refrescante para bajar un poco la comida.



Seguimos con un Brownie por no despreciar al chocolate de siempre, ni locos le hacemos un feo ¡no vaya a ser que se nos enfade!:D


Quizás un pelín denso pero también es cierto que habíamos comido como animales jejee...muy rico, el chocolate tiene esa cualidad de agradar siempre que ya me gustaría para mí a veces!

Terminamos la jugada con una crema catalana por aquello de comer algo típico "de la terra", considero que siempre es un acierto en restaurantes de este estilo.



Una cremita con mucho sabor y una insuparable capa crujiente de azúcar tostado, un postre que me encanta aunque no suela pedirlo demasiado por ser demasiado contundente.

Ha sido una experiencia que os recomiendo mucho, tanto por la mini excursión ahora que todavía no ha llegado el frío extremo como por la comida en Can Quei ya que la calidad, la cantidad y el precio bien merecen su visita, eso por no comentar el prácticamente servicio "ilimitado" de vino, casi tocamos a una botella por cabeza!!
Ojalá tengáis más suerte que yo y podáis disfrutar de su comedor de piedra, si la experiencia fue de 9 habría sido de 10 en ese entorno... desde aquí lanzo mi petición al restaurante, disfrutar y dejad disfrutar a vuestros visitantes de lo que tenéis ¡que las paredes no se gastan!

Un beso amigos!!!

Esta semana está cargadita de actividades, seguidme en Facebook y os mantendré informados de todo lo que pasa en Barcelona!

Os quiero amores muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
  • Tras el puente romano de Besalú se esconde:


Can Quei
C/ Sant Vicenç 4
972 59 00 85
Besalú
Girona