MENORCA | Into The Wild

jueves, 10 de septiembre de 2015

Menorca, la Isla Bonita de las Baleares


Hola ITers!

Por fin estoy de vuelta después de unas largas vacaciones, hace tanto tiempo que no escribo que no se si me acordaré pero ya va siendo hora de ponernos al día.

Para hacer menos duro el regreso he decidido contaros mi aventura en Menorca, un paraíso natural en el Mediterráneo al alcance de casi todos.

Se que no es lo habitual por estos lares pero aunque hoy puedas pensar que estoy loca contándote mi escapada creo que este post te puede ser de gran utilidad si algún día decides visitarla y entonces ZAS! te acordarás de IT BCN ;)

He comido, cenado y hecho mil y una cosas durante los diez días de mi estancia que no te voy a contar al milímetro porque podrías entrar en un letargo profundo y mi cámara estaba en vacaciones modo ON para disfrutar de aquello de comer relajadamente que prácticamente he olvidado... Así que haremos una pincelada por algunos restaurantes, playas y lugares indispensables en tu próxima aventura.

Me dejé guiar por los buenos consejos de @juanan_22 a través de mi amiga Noelia (ya sabéis eso de que los amigos de tus amigos son mis amigos y cuánta razón hay en este refrán) y no os imagináis la de veces que llegué a consultar mis apuntes. Desde aquí mil gracias a los dos! 

Espero que disfrutemos de mi paso por Menorca y que algún día, tu y yo revivamos la experiencia juntos gracias a las líneas de mi pequeña bitácora.








¿Dónde alojarse?

Nosotros lo hicimos en Ciutadella, concretamente en el Hostal Ciutadella el cual os recomiendo tanto por su ubicación estratégica al lado del casco antiguo como por sus habitaciones cómodas y recientemente renovadas. No os dejéis intimidar por su fachada más propia de Mordor que de un hotelito con encanto porque su interior está bien cuidado.

Ciutadella es para mi, el núcleo urbano con más encanto de toda Menorca y permite desplazarse por la isla con facilidad por lo que es un excelente punto de partida (especialmente si eres fan de las playas vírgenes del Sur).

Se respira muy buen ambiente y su oferta gastronómica es abundante, ideal para salir a cenar sin coger el coche después de un intenso día de sol.

Comer en Ciutadella 

Casi cada mañana desayunamos en Herbera Bakery tanto por su cercanía al hostal como por su rapidez y variedad en bocatas y dulces típicos ( ensaimada de crema tostada riquísima, muy famosa también la de El Moll o Cas Sucrer) pero de habernos sobrado más tiempo reconozco que hubiésemos visitado más veces el NouSetUn (café, bocatas y tostadas buenísimas) lamentablemente el servicio lento y soporífero de estos italianos nos hizo renunciar a sus manjares...

Nuestros favoritos a la hora de cenar fueron sin duda los chicos de La Cayena y su "cocina viajera hecha con mucho amor" sus platos del mundo elaborados con mimo nos hicieron volver en más de una ocasión.

Muy tops las tapas y platillos de Pins46 donde comimos estos deliciosos "ous esparracats amb gambes de Menorca" entre otras delicias.


Así como la buena oferta de la Pizzería Roma, ambos restaurantes pertenecientes al grupo del famosos Café Balear (el cual dejamos pendiente para otra ocasión)

El olor a brasa nos condujo al bonito y restaurado asador Molí des Compte donde las mejores carnes de la isla no te deján indiferente.

Ni tampoco puedes olvidar la elaborada cocina de Smoix, oculto como un secreto tras un pequeño patio interior.

Sin embargo, y a pesar de las buenas críticas y las bonitas vistas al puerto (que no pudimos disfrutar) nos decepcionó Cas Consol, quizás su pulpo casi congelado o la antipatía del camarero tuvieron algo que ver.

Un buen hummus me llevo de recuerdo, eso sí.


Mi pena fue máxima cuando una vez allí descubrí Mon Restaurant, a cargo del chef Felip Llufriu, excomandante en cocinas de Roca Moo ( estrella Michelín ) y nos fue imposible reservar... dolor en el corazón...... no seáis patanes como yo y llamad con antelación porque seguro que merece muchísimo la pena y los precios de Menorca no son como los de Barcelona.

Para terminar el día, nada mejor que una buena pomada o ginet de Xoriguer en un espacio mucho más mágico e íntimo que el del puerto es La Margarete, jardín de copas o para los más golosos uno de los helados de Sa Gelatería ( donde seguro terminaréis cayendo una noche u otra y habrá merecido la pena)

No podéis marchar de Ciutadella sin visitar lo obvio y para mis #Foodies cita obligada al precioso mercado municipal con todos los productos de la tierra y sus delicias, véanse sus sobrasadas, quesos de Mahón y un sinfín de chucherías.


El mar a tus pies

Pero yo se que estás aquí por algo más que todo esto, aquí no hemos venido a comer y lo sabes, hemos venido a hablar de mi libro, ay pero qué digo! 

Bromas a parte, hemos venido a dejarnos sorprender por la naturaleza en estado puro, por las playas salvajes y bien conservadas, por sus aguas cristalinas, azules, turquesas y verdes pero siempre transparentes, hemos venido a relajarnos a la sombra de los pinos cuál María del Monte, a darnos chapuzones como niños y robarle unos rayitos de sol al Lorenzo ...A todo esto y mucho más excepto a jugar a las palas en el paraíso, no por favor en el paraíso no, al menos no a menos de medio metro de mi toalla, WTF?

Aquí hemos venido a maravillarnos con las playas y calas de Menorca señores.

Casi todos conoceréis las más características y para mi imprescindibles a pesar de su masificación (párkings completos a diestro y siniestro hasta para los más madrugadores) como son Cala en Turqueta, Mitjana y la famosa Macarella y Macarelleta de la que de sus aguas nada más puedo decir, a los hechos me remito en estas preciosas fotografías.


Yo las pude disfrutar en su máximo esplendor hace seis años mucho más que este verano, Agosto y sus multitudes no han ayudado a bañarse con cierta tranquilidad pero este hecho me ha obligado a descubrir nuevos rincones de la isla y no hay mal que por bien no venga.

Muy bonita Es Talaier, a casi una hora de caminata ( relativamente fácil ) que además podréis acortar por el bosque si sois un poco avispados persiguiendo a algún vendedor ambulante de cocos y sandías a precios astronómicos.

Otra de las zonas menos exploradas por nosotros y que más sorpresas nos ha traído este año ha sido la zona de playas próxima a Binibeca.

Para los amantes de saltar de las rocas cual Sirenita no os perdáis Es Caló Blanc, eso sí, un calzado adecuado no está de más para "devolvernos a tierra firme".


Íntima y acogedora es la playa de Binidalí, que además tiene un acceso fácil y rápido desde el párking, atributo muy bien valorado por mi parte dicho sea de paso.


Así como su casi vecina Cala Biniparratx, que además de tener un acceso sencillísimo no estaba nada concurrida y se encuentra en un paraje de extrema belleza, cuevas incluidas por el mismo precio.


Para los más intrépidos excursionistas, más de una hora de duro camino desde Santo Tomás pasando por la espectacular y altamente recomendable playa grande de Binigaus os llevarán a un paisaje de ensueño en Cala Escorxada.

Quizás una de las más idílicas de la isla pero con un recorrido bastante complicado que me hizo sudar la gota gorda e incluso plantearme no continuar por mi miedo a las alturas en las zonas de barranco, así que si no tienes complejo de cabrita montesa, piénsalo dos veces my friend.

Por supuesto quedan totalmente prohibidos los intentos en "chanclas, avarcas o similares" y quizás lo más triste de todo es que después de semejante esfuerzo no os penséis que vais a estar solos ante el peligro como los de aventura en pelotas ... Ilusos!

No me preguntéis cómo pero hasta allí llegan niños de muy temprana edad incluso bebés, sombrillas, neveras de la playa y una serie de artilugios que no se qué tipo de Superman playuno está dispuesto a cargar.


Una vez allí ( y tras descansar lo necesario porque te lo has ganao oye! ) puedes caminar cinco minutos más y llegar a Cala Fustam sin problemas, una cala preciosa y más chiquitita, donde se agradecería que los barcos no pudieran llegar tan cerca de la orilla. 

Que digo yo, si lo que quieren es estar en la arena que caminen como todos con su barco a cuestas!

Un detalle a tener en cuenta

Existe la opción de los Taxi Mar que os harán una excursión por algunas de las mejores calas con difícil acceso como estas, os aseguro que yo habría pagado oroooooo por volver en uno de ellos jajaja y creo que puede ser una opción interesante para pasar el día. 

Si eres más deportista las opciones de ir en Kayak, bucear, hacer Paddle Surf e incluso alquilar una barquita son fáciles de encontrar por casi toda la isla. 


En la zona de La Vall con dos párkings bastante grandes y un acceso sencillo encontraréis las playas de Algaraiens: Des Tancats y la vecina Des Bot, ambas muy cerquita la una de la otra a escasos diez minutos a pie. 

Merece la pena que descubráis ambas, personalmente me gustaron muchísimo.


Muy recomendables las playas de Binimel.là ( pero no comáis en el restaurante del mismo nombre, paella pésima y tiempo de espera desorbitado) y la conocida Cala Pregonda en el Norte de Menorca.

En esta zona son famosas sus tierras rojas con la que podréis poneros perdidos de barro y salir de allí con el cutis de un bebé.

Especialmente conocida para tal fin es la playa de Cavallería donde dicen se puede ver uno de los mejores atardeceres de la isla, nosotros nos quedamos con las ganas de ver la puesta de sol así como de visitar Cala Pilar, dicen de ella que es muy recomendable aunque parece ser que con otro de los caminos más complicados... miedito! 

En el tintero nos dejamos el Caló de Rafalet que nos habían aconsejado y parece ser un rincón maravilloso donde perderse. La próxima vez será.

Por último en cuanto a recomendaciones playeras, merece mucho la pena la caminata de más de un hora hacia las espectaculares Cala Presili y Cala Tortuga, en la misma zona del bonito far de Favaritx.

El consejo 

Si hay algo que no podemos evitar en estas playas son los vientos y el consecuente arrastre de fondo marino y algas... 

Una lástima que quizás pueda arruinaros alguna excursión como fue nuestro caso, por eso os aconsejo consultar la página de WindGurú y orientaros de por "donde van los tiros" aunque tampoco sea la panacea que nos garantice el éxito seguramente os ayudará en vuestra elección norte-sur de la isla.


Oteando el horizonte

Si lo tuyo son los faros y las vistas, estás de suerte porque hay numerosos puntos a lo largo de toda su geografía donde deleitarse en las alturas.

Un precioso ejemplo es el Far de Cavallería.


Así como el Monte Toro, el punto más alto de la isla presidido por el primo lejano del Cristo Redentor brasileño donde podrás tener unas vistas impresionantes.


Curiosidades y localización

Resulta increíble los cambios que experimenta el paisaje ya estés en el Norte mucho más rudo y rojizo o en el Sur más amable y salvaje pero todos ellos fascinantes.

Pero si hubo un aspecto que me llamó la atención fueron sus campos interminables de ajos, sí, sí!!

Ajos por doquier y rebonitos.


Puesta de Sol

Nuestro atardecer favorito se lo concedemos al ofrecido por el Pont D´en Gil, un acantilado perforado que hace del espectáculo diario ofrecido por la naturaleza a eso de las 20.45h una auténtica postal.


El sello de la Isla 

Kilómetros y kilómetros de muro de paret seca, puertas de madera, faros, hectáreas de fincas privadas, barcos, yates y veleros de todos los colores, 185 km de postes de "camins de cavalls" que no sabéis qué alegría dan cuando uno está perdido buscando aquella playa recóndita y el "ben polit" resonará en vuestros oídos... 

Todo esto y mucho más es parte del encanto de Menorca y sus gentes ( y no, los italianos no son autóctonos aunque nos hayan invadido)


Un alto en el camino

Llegando a las playas vírgenes del Sur, os podéis detener un momento a ver la pequeña y romántica Ermita de Sant Joan de Missa.


Fauna

Los animales cobran protagonismo y tienen un papel importante en la isla, es habitual encontrar pastando rebaños de vacas así como los majestuosos caballos de Menorca.

Animal al que adoro y admiro por su belleza y carácter.


Fiestas Patronales

Si tenéis la suerte de estar por allí el 15 de Agosto, no podéis perderos la fiesta mayor de Alaior. 

Es muy conocida en Menorca la celebración de Sant Joan y sus jaleos pero todas las fiestas patronales de la isla tienen algo que ver con su caballo Menorquín.

Podéis consultar el calendario aproximado aquí.

Nunca había estado en algo así y sólo puedo deciros que es absolutamente irrepetible e impactante, uno de los mejores recuerdos que me llevo de estos días sin duda.

Los caballos azabache bailan como auténticos héroes entre el gentío enfervorecido bajo sus herraduras mientras se ponen en pie adoptando casi la verticalidad absoluta.

Piel de gallina. Adrenalina. Pasión. Emoción.

La cámara quedó en un segundo plano para poder vivir semejante espectáculo así que no puedo ofreceros las mejores fotos... Eso lo resume todo.


Pueblos de Menorca

Si os gusta hacer visitas culturales o queréis aprovechar algún día un poco nublado (os deseo que sean pocos porque la oferta a cubierto es tristemente muy escasa) podéis visitar la capital Maó y daros un paseo por el puerto, su mercado e incluso ir a la fortaleza de La Mola.

Muy curioso de ver resulta el pueblo inmaculado de Binibeca pero no os dejéis engañar, a pesar de lo que  muchos creen es un poblado de pescadores de muy reciente creación (1972) sin embargo merece la pena pasearse entre sus callejuelas donde podréis sacar bonitas fotos gracias al blanco lienzo que siempre tendréis de fondo. 


Otra de las visitas imperdibles si tu estancia lo permite es Fornells, un bonito pueblo que no debéis abandonar sin comer su espectacular caldereta  o arroz caldoso de langosta.

Eso sí, id con la cartera bien llena y concienciados si no queréis que su astronómico precio os indigeste la comida antes de empezar.

¿Merece la pena comer en Es Cranc

Pues os diré que como mínimo una vez en la vida hay que probarlo, en nuestro caso formaba parte de los must have como gasto extraordinario contabilizado y puestos a derrochar semejante barbaridad de dinero (un total de 178 eurazos exactamente) nos fuimos al más famoso de la zona, que ya no iba de cinco euros oiga...

Lo bueno de Menorca es que no se paga en los párkings, no hay peajes, las distancias son cortas por lo que no gastaréis demasiada gasolina y muchos días podéis comer un bocata en la playa así que haced cuentas (o mejor no) y apostad por reservar un fondo para daros este lujazo.

Si no, siempre os podéis conformar con las chucherías artesanas que venden en la bahía de Fornells o pasear por los puestos de comida callejera y artesanía los jueves de verano en Es Mercadal.


Orígenes ancestrales 

Los amantes de la prehistoria estarán encantados con los restos arqueológicos repartidos en la Menorca Talayótica, candidata a patrimonio mundial de la Unesco.

Indispensable visitar la Naveta des Tudons por su excelente conservación.


Muy interesante también la Necrópoli de Cala Morell.


Y en general merece la pena visitar alguno de los poblados talayóticos repartidos por la isla.


Si os interesa ver una de las T de mayor envergadura, Trepucó es una buena opción.


Despedida y cierre

OMG, estoy exhausta pero hoy puedo irme a dormir tranquila sabiendo que ya he cumplido con uno de los tres cometidos de la vida. Hoy he escrito un libro.

Espero no haberte aburrido demasiado y sobre todo que pueda servirte de ayuda en tus próximas vacaciones a Menorca porque este post me ha dado MUCHA faena y pretende ser una mini guía para ti (y para mi, porque seguro que recurro a ella en el futuro con mi memoria de Dori).

Me quedará pendiente lo de tener un hijo y plantar un árbol, pero al paso que voy creo que lo segundo será más factible a corto plazo :)))

Mientras tanto no te olvides de esta gran frase y empieza a soñar con tu próximo viaje


Nos vemos la semana que viene y prometo un post habitual, hasta entonces te espero en mi instagram @itbcnlifestyle