Buenos días ITers!!
Qué tal va todo?
Espero que de maravilla y que vuestros días estén llenos de sonrisas!! se acerca San Valentín y me he puesto un poco romántica añorando esos días tan bonitos que pasé en la ciudad del amor, la hermosísima París.
Así que hace muy poquitos días visité este delicioso local del que vamos a hablar hoy:
Café Emma nos recibe con una encantadora terracita al más puro estilo parisino, con sus sillas y mesitas dispuestas a brindarnos un momento de relax, pero su interior no es menos recomendable por lo que dadas las temperaturas propias de esta época del año, decidimos comer dentro y posponer el momento terraza para cuando llegue el calorcito.
Café Emma nos ofrece un entorno original, relajado y distinguido en pleno corazón de Barcelona, un lugar que evoca un bistró francés y cuya cocina mezcla la cocina francesa con los gustos locales e internacionales.
Aquí os dejo unas imágenes de su interior para que lo podáis valorar vosotros mismos y podáis apreciar esos pequeños detalles que tanto me gustan!
En cuanto a la oferta gastronómica que podemos encontrar, los chefs franceses Romain Fornell y Michel Sarran (ambos con Estrella Michelín) nos presentan platos franceses sencillos con toques contemporáneos elaborados con producto de mercado de alta calidad.
Además de su carta, muy cuidada llena de exquisiteces, nos ofrecen un interesante menú o como ellos lo llaman una Fórmula por tan sólo 17 euros a mediodía y 22 euros en horario nocturno.
Nosotros a pesar de sentirnos tentados ya íbamos con ganas de comer alguno de sus platos, por lo que esta vez no aprovechamos la oferta de menú y nos lanzamos directamente a por la carta.
Nuestra primera sorpresa llegó con dos aperitivos deliciosos. En primer lugar, unas tostadas muy finas de pan acompañadas de auténtica mantequilla Beurre d´Isigny.
No suelo untar mantequilla antes de comer, la utilizo normalmente en el desayuno, pero reconozco que me encantó tanto el sabor como su mimada presentación.
El segundo aperitivo de la casa fue todavía más original y sorprende, una lata de sardinas con una etiqueta de papel craft indicando su contenido, Rillete de sardine con mostaza a la antigua, un paté cuya textura era prácticamente mousse acompañado de pan rústico.
Buenísimo, toda una delicatessen y que conste que no soy amante ni de la mostaza ni de las sardinas, pero la combinación de sabores y las texturas me parecieron sublimes.
Y ahora sí, estamos dispuestos a recibir nuestros platos en este original salvamanteles de papel donde nos explican las mil y una partes que tiene este conocidísimo animal!
Pero justo antes de entrar en materia, a Manu se le antoja una ostra ( que nunca había comido ) y consideramos que estamos en un gran lugar para degustarla, concretamente es una ostra de Daniel Sorlut número 3 Fines de Claires.
Yo prefiero descartar este placer porque no puedo con las texturas gelatinosas y no era cuestión de montar un espectáculo nada más llegar jejeje..
La reacción de mi acompañante fue la que seguro habéis oído en más de una ocasión, textualmente confesó que el sabor era idéntico o muy similar al de beber un poco de agua de mar pero siendo mucho más rebajado de sal...supongo que en este sentido habrá expertos capaces de dar muchos más matices que nosotros, aquí como siempre, sólo damos nuestra humilde y en este caso inexperta opinión.
Pero deducimos que la frase "sabe a mar" algo tendrá que ver jajaja....
Uno de los platos por los que ya nos habíamos decidido incluso antes de llegar fueron los Macarrones de Bogavante al Compté, habíamos leído muy buenas críticas sobre ellos y puedo deciros que efectivamente estaban buenísimos!
El bogavante no había que buscarlo si no que estaba generosamente presente en el plato para darle todo su sabor, quizás me parecieron un pelín caros para ser macarrones, pero lo cierto es que no era plato de pasta sin más, así que los pagamos muy a gusto y los disfrutamos muchísimo.
El siguiente plato que compartimos fueron los ultraconocidos Huevos Benedictine con salsa Holandesa, unos huevos que hacía mucho tiempo me moría por probar y al fin fue éste el día indicado.
Había muchísimas opciones en la carta y seguramente si no hubiese tenido este antojo desde hace tanto tiempo habría optado por otra alternativa más elaborada pero me di el super capricho y no me arrepiento en absoluto porque me gustaron muchísimo.
Al fin puedo decir que me he comido unos Benedictine!! mmmm que ricos!
Para postres nos vuelven a asaltar las dudas entre la Crepe Suzette, la creme brulè y cientos de golosinas más, pero tras pedirle opinión a la camarera nos lanzamos de nuevo a por uno de mis postres favoritos, la increíble Tarta Tatín con salsa y helado de caramelo acompañada de vino Jurançon Fruity.
Bueno... qué deciros? final apoteósico, buenísima, sin duda de las mejores que me he comido, un trozo contundente de tarta tatín con su manzana perfectamente elaborada, con sabor a caramelo y temperatura templada dispuesta a mezclarse con el frío del helado y el crunch de galleta...
Pero no sólo eso fue bueno, el vino francés que nos acompañó en el postre tenía auténticas notas frutales perceptibles para cualquier paladar, me pareció el summun de los momentos dulces!!
Y además nos sirvieron una copa a cada uno, detalle muy a valorar ya que sólo nos correspondía una por postre, algo que nos gustó muchísimo al igual que el módico precio por servicio de aperitivo (1,50 euros por pax).
Y además nos sirvieron una copa a cada uno, detalle muy a valorar ya que sólo nos correspondía una por postre, algo que nos gustó muchísimo al igual que el módico precio por servicio de aperitivo (1,50 euros por pax).
Durante la comida nos acompañó un vino blanco francés de la casa, llamado George que hizo muy bien los honores y finalizamos nuestro banquete con un cortado y un café con hielo.
Todo lo que os he contado nos salió por unos 54 euros por pareja, para la satisfacción y la calidad de la comida me pareció correctísimo, volvería sin duda.
Espero que os haya gustado este pequeño rincón de París en Barcelona y que podáis ir a disfrutarlo.
Hasta la semana que viene ITers!
Bon appétit!!
CAFE EMMA
Calle Pau Clarís 142
Barcelona