Hace tiempo descubrí este multiespacio gracias a mi amiga Silvia, hoy os cuento mi experiencia ;)
400 metros bañados por luz natural, una arquitectura impresionante y un derroche de creatividad inundando sus paredes, coronadas por uno de mis artistas favoritos en el momento de mi visita, Conrad Roset.
Un lugar que merece la pena visitar simplemente por su belleza pero que además ofrece un sinfín de propuestas entre las que encontraremos pintura, arte, cultura, poesía, danza, fotografía, música en directo... e incluso silencio.
Y sí, he dicho silencio, porque tal y como nosotras mismas lo vivimos se realiza un parón de 15 minutos a eso de las 12 del mediodía del sábado para desconectar mente y corazón.
Un detalle bastante curioso que nos dejó muy sorprendidas, pero no acabó ahí el abanico de momentos peculiares de nuestro desayuno. Nos ofrecieron recitarnos poemas en exclusiva para nuestra mesa y también pudimos disfrutar de música clásica en directo.
Privilegios gratuitos que a día de hoy se hace muy difícil encontrar.
La oferta gastronómica se alarga durante toda la jornada desde el desayuno hasta la cena, utilizando productos de calidad y proximidad en una carta ligera y saludable.
Completan su actividad con la venta de diferentes tés, muy arraigados en sus orígenes al espíritu indomable y creativo, el respeto, el valor del tiempo y el "arte" de compartir.
Un proyecto repleto de ideas, propuestas y hazañas culturales que ha sido magistralmente representado gracias al interiorista Lázaro Rosa-Violán dotando el espacio de carácter y personalidad.
Paredes de ladrillo, maderas nobles, lámparas industriales, baños de ensueño y una cuidada selección de mobiliario que te transportarán a un oasis de relax en plena jungla de asfalto.
Nosotras nos decidimos por un café con leche y su correspondiente espuma y un Pai Mu Tan, té blanco de hoja grande y brotes blancos de las montañas de Fujian. Una infusión de color dorado, fresca y de aroma floral con textura aterciopelada. Té rico en antioxidantes, depurativo y bajo en teína.
Como podréis observar se sirve con temporizador para tomarlo en el momento exacto y su pastita!
Para amenizar la charla, optamos por uno de sus pasteles caseros, concretamente un delicioso carrot cake artesano.
El momento más dulce se lo llevó el pan tostado con exquisito chocolate, aceite y sal.
Una combinación que a algunos todavía les sorprende pero que no deja de ser un clásico recuperado que nunca debería haberse abandonado en el armario.
A mi personalmente me encanta, creo que es un bocado sublime y el contraste de lo dulce con lo salado siempre me ha resultado agradable.
Espero que os hayan entrado muchas ganas de ir a por un Té con arte ;)
Hasta la semana que viene ITers!
- Por qué hay que ir? por su amplia propuesta cultural y a disfrutar del espacio
- Moraleja gastro arte, una tendencia en auge
- Volvería? Sí!
- Precio aproximado este desayuno costó alrededor de 10 euros en total
- Ubicación
ARTTE
C/ Muntaner 83C
93 454 90 48
Barcelona