Hola ITers!
Espero que hayáis tenido una muy buena Mercè y vengáis con ganas de conocer novedades porque hoy os traigo la última aventura de Albert Adrià, descubrimos a:
NIÑO VIEJO
Una antesala a Hoja Santa, un concepto de restaurante más sofisticado también procedente de la cultura mexicana con el que compartirán espacio en breve y esperamos poder visitarlo :)))
Niño Viejo es un local de reducidas dimensiones (como casi todos los de la factoría Adrià) pero muy bien decorado, racholas de colores, verjas enmarcando la sala, mantelería floral.... cuidando todos los detalles para que se transforme en un lugar divertido y alegre, muy acorde con la cocina que sirven.
Me gustaron especialmente las ilustraciones que hay en la pared y por suspuesto su "Niño Viejo", una especie de esqueleto con mucha gracia haciendo honor nuevamente a Méjico y que seguro se convertirá en icono del restaurate.
Para beber (o tomar) me animé con un cocktail, concretamente uno llamado La blanca.
Compuesto de Tequila, lima, lavanda, naranja y otro ingrediente que no recuerdo muy bien.. algo así como epazote (pero seguro que no lo digo correctamente!! Help me please )
Me dejé aconsejar por nuestra camarera, por cierto muy amable ya que durante la velada nos presentó todos los platos y aportó anécdotas de la que era su tierra, méxico por supuesto... algo muy a valorar porque siempre es un plus que sepa de lo que habla verdad??
Y fue un gran acierto, muy refrescante y agradable, no me pareció para nada fuerte, al contrario. Acompañó estupendamente a la comida.
Antes de mi viaje a Brasil nunca había cenado/comido con un cocktail o similares.. pero de allí me traigo la experiencia de beber Caipirinha casi con todo y creo que voy a importar de vez en cuando esta costumbre :)))
Como aperitivo de la casa nos sirvieron unos cacahuetes con chile y unas aceitunas marinadas.
Los cacahuetes picaban un poquito pero a nosotros nos encanta y las aceitunas tenían un sabor especial, fresco y cítrico, creemos que el cilantro estaba presente en la elaboración de las mismas.
Nuestro primer plato (todos a compartir) fue un Guacamole Niñoviejo, de la sección "Antojitos"
Muy rico y acompañado de unas tortitas crujientes, tenía predominancia del sabor a cilantro (muy popular en toda sudamérica) a mi personalmente me gusta en pequeñas dosis porque considero que es muy potente y puede enmascarar otros sabores.
No era el caso de este guacamole, no obstante me pareció un poco elevado su precio para la cantidad ofrecida pero no quería quedarme con la curiosidad de saber cómo estaba ya que lo hacemos habitualmente en casa y siempre se puede mejorar aprendiendo de los maestros ;))
Continuamos con unas Palomitas de pollo con salsa de jalapeño.
Un símil en apariencia de una "croqueta" pero nada tenía que ver, estaba muy rico y el pollo tierno.
Su costra crujiente de maíz hacían que fuera un plato muy curioso y muy bien acompañado de su salsa de jalapeños picante.
Nos encantó.
Lo siguiente fueron los Tacos ( no podían faltar )
Pedimos las tres versiones ( en orden de aparición ):
El Taco de carnitas con cuerito y costilla, el de pluma ibérica y el Taco al pastor.
Todos estaban deliciosos pero especialmente me gustó el Taco al pastor porque tenía un sabor como más ahumado, aunque los repetiría todos sin dudarlo.
Se acompañaban de una salsera con limas, chile serrano, de árbol y habanero, en intensidad de menor a mayor picante.
Mi favorito fue el de árbol porque tenía la intensidad del sabor y el toque justo de picante sin llegar a eliminar otros sabores.
El tamaño de los Tacos para que os hagáis una idea era similar al de la palma de mi mano (soy pequeñita)
Os los recomiendo todos!!
Un plato delicioso y aquí la cantidad sí es considerable.
Un pollo con mucho sabor y jugosito, podría decir que se asemeja un poco al sabor "barbacoa" pero no exactamente ya que la cantidad de matices lo hacen muy diferente y sorprendente.
Finalizamos con un par de postres.
Unos buñuelos en cajeta, son estas pelotitas rellenas de dulce de leche.
Un bocado muy agradable que me recordó nuevamente a mi estancia en Brasil por el dulce de leche tan popular por esos lares (qué bien me lo he pasado jajaja!!)
El segundo postre fue un cornete de maíz (recurrente en esta cocina) con helado de chocolate.
Aparentemente algo sencillo pero muy bueno y especial, me encanta el contraste de lo dulce con el salado y el crujiente que aporta el maíz tostado.
Esta fue nuestra experiencia en "Niño Viejo" un viaje a otras culturas a través de la comida.
Nos gustó mucho la experiencia y he de decir que he leído críticas de todo tipo (a pesar de su reciente apertura) sobre todo acerca del precio.
Lo que os he contado bebidas incluidas nos costó 60 euros en total, sinceramente me parece un precio más que razonable... no salimos a reventar como otras veces pero creo que tampoco es el lugar, uno debe saber dónde está comiendo y qué esperar de los platos y cantidades.
He comentado durante el post que alguno me pareció un poco desorbitado pero en una carta que oscila en numerosos platos desde 1.50 euros hasta los 13.20 (el más caro) creo yo que será culpa de uno mismo si se te va de las manos el precio....
Me parece apto para todos los bolsillos y os recomiendo una visita ahora que todavía no hay listas de espera!!!!
Un beso amores, me despido con una foto junto a Paco, muchas gracias por ella!!!
- Nunca dejes de lado a tu niño aunque seas viejo en:
NIÑO VIEJO
Av. Mistral 54
93 348 21 94
RESERVAS@NIÑOVIEJO.ES